Sanar un corazón roto no significa olvidar, sino aprender. Cada experiencia amorosa deja una lección. Cuando sanas, dejas de sangrar sobre personas que no te hirieron.
Pasos prácticos:
-
Permítete sentir
-
Evita relaciones rebote
-
Trabaja el amor propio
-
Medita para liberar emociones